Ryan Wastedreams:

El olor pútrido de los cuerpos en descomposición rezumaba por todo el habitáculo de la cripta creando una atmósfera densa que era prácticamente irrespirable para los pulmones de cualquier ser vivía sobre la faz de Azeroth. El resonar de unos pasos retumbaba con un eco sordo en toda la estancia subterránea de la cripta , ahora convertida en un nido de nuevos reclutas para los forsaken. Odo se acerco a un ataúd de madera de cedro que reposaba tranquilo en el suelo de fría y musgosa piedra , abrió la tapa dejando oír un crujido de madera que dio a la habitación un toque más inquietante aún.

Debajo de la tapa descansaba inerte un cuerpo semidescompuesto de lo que antaño había sido un hombre y siendo mas precisos un antiguo soldado de la ciudad de Lordaeron , la cual había defendido hasta llegar al estado en el que en esos momentos se encontraba , sin vida , sin memoria y sin sueños...

Un estrepitoso grito se escucho en la villa cercana que no se inquieto lo mas mínimo ya que aquellos sucesos ya se habían convertido en algo cotidiano para todos los “habitantes” de la villa . Ryan abrió sus ojos o lo que el llamaba ojos ya que sus preciosos ojos azules tenían ahora un brillo amarillo y enfermizo que no eran precisamente algo hermoso y apaciguador.
Se levantó de su lecho de muerte tras un crujido de huesos y chasquidos de sus pútridas vísceras. Odo sonrío al verle y comenzó a contarle la típica historia que debía contarle a todos los nuevos, que ams tarde debería repetirle. Ryan no sabia quien era pero en su memoria solo quedaba el ardor de la venganza contra todo lo que fuese la plaga y sus consecuencias o esbirros. En ese preciso instante en el que sus deseos de venganza crecían sin saber por que un torbellino de recuerdos difuminados llego a su mente. Por unos instantes se vio en una pequeña tienda de campaña rodeado de dos soldados más con sus respectivas armaduras ya sin brillo , se vio a si mismo sentado en el suelo afilando un espadón , con cara de suma concentración. Desde pequeño su padre un militar ya retirado le había inculcado las bases para ser un buen soldado algo que había marcado su carácter haciendo de el una persona fría fuera de la batalla peor profundamente candente dentro del fragor de la misma. Vio como sus camaradas se levantaban del sitio como resortes y el hizo lo mismo , el suelo bajo sus pies retumbaba y eso solo significaba una cosa , algo grande se acercaba. Tras unos instantes de nerviosismo y preparación los tres soldados se vieron delante de una columna de esqueletos comandada por un nigromante que se identifico como kel thuzad , solamente su tono de voz hizo temblar a sus dos compañeros pero el seguia firme como si de una estatua de mármol se tratase frio e inexpresivo , eran tres contra centenares pero eso no le importaba lo mas mínimo asi que preparo sus armas y se conciencio para morir. En ese intante otro recuerdo invadió su mente el recuerdo de un niño rubito y jugueton que correteaba por las calles de Lordaeron y al que los guardias no paraban de regañar hasta que aparecia su padre para llevárselo a casa y regañarlo friamente con un tono militar insoportable. Se estaba viendo a si mismo su niñez , era verdad que la vida te pasa por la cabeza antes de morir pero entonces el recuerdo se difumino y se fue igual de rápido como los veranos en el lago. El recuerdo no se había ido , no , se lo arrebataron por que en ese preciso instante una masa de esqueletos le arrasó dejándole tirado en el suelo emanando ríos de rojas aguas que regaban el suelo de sus queridas tierras , esa sangre formaría un vinculo con sus tierras a las que ahora podia volver a servir. Varias cosas se habían borrado de sus recuerdos solo quedaba el agonico recuerdo de su muerte y los instantes previos , había perdido hasta su identidad.

Escucho por segunda vez esta con atención la historia de cómo la Dama Oscura había recobrado su memoria y su consciencia para traicionar a la legión y hacerse con los Claros de Tirisfal para fundar desde aquel entonces la nación Forsaken.
Una vez escuchado con atención el relato de Odo , aquel cuerpo revivido miro la lapida de su sepulcro y leyó la inscripción que no estaba tapada por el moho y los hongos de diversas clases y logró leer : “ Ryan ... Sus sueños fueron devastados”.
Y así es cómo adopto el nombre de Ryan Wastedreams y emprendió su nuevo camino con solo dos objetivos en mente, protegería de nuevos las tierras que tanto amaba fuese cual fuese su estado y recuperaría si era posible aquellos rubios cabellos y sus penetrantes ojos azules de los que estaba tan orgulloso. Pero todos su pensamientos le evocaban una frase a su mente “Cualquier tiempo pasado fue mejor” aunque no lo recordase tan diafanamente como el hubiese deseado....