Nombre: Numas Emster
Clase: Mago
Edad: 40 años
Familia: Padre, madre y hermana mayor (nombres y paradero desconocido)
Biografía:
Numas Emster nació en la república de Kul’Tiras como segundo hijo de una familia pobre de pescadores. Durante sus primeros 12 años de vida Numas se crio al lado de su madre y ayudando a su padre a vender lo que pescaba. Tenía una hermana mayor que se encargaba de su educación, aunque solo le hablo de lo dura que era la vida para la gente como ellos y que siempre debían vivir a la sombra de los más ricos comerciantes de la ciudad.
Cuando cumplió los 12 años sus padres no conseguían suficiente dinero para poder mantenerle, así que lo llevaron y abandonaron en un orfanato, sería la última vez que vería a sus padres. Numas paso los años en el orfanato aprendiendo a escribir y leer mientras le proporcionaban algo de comer y un lecho en el que dormir. Numas hizo muchos amigos entre los niños huérfanos, pero no le sirvió de mucho, pues cuando cuando cumplió los 16 años tuvo que abandonar el orfanato y comenzar a buscarse un trabajo. Gracias a la matrona que regia el orfanato pudo conseguir un trabajo como marinero en un barco comerciante.
Numas pasó muchos años como marinero en el barco, se aficiono al mar y disfrutaba mucho de las travesías. Se ganaba su propio dinero, aunque siempre dormía en el barco y solo usaba ese dinero para conseguir ropa y comida. Gracias a este trabajo de marinero Numas pudo ver muchos lugares y conocer mundo, pero como siempre le había ocurrido, lo bueno no duraría mucho.
Numas era ya un fornido muchacho de 26 años cuando, por desgracia, las autoridades de Kul’Tiras descubrieron un cargamento ilegal en el barco, y detuvieron al capitán. Sin trabajo, Numas se vio obligado a vagar por las calles hasta que acabo por dedicarse al robo.
Numas pasó 6 años dedicándose al arte de robar, y no se le daba nada mal. Nunca le habían pillado hasta el momento y había conseguido sacar dinero más que suficiente para comer y vestir bien. Empezó a ser conocido entre los ladrones de Kul’Tiras, por desgracia estos mismos ladrones, envidiosos, le tendieron una trampa. Algunos de estos ladrones envidiosos le hablaron a Numas de una vieja casa abandonada y llena de riquezas. Numas en su ignorancia no pudo hacer más que creerlos e ir a robar por la noche en esa misma casa.
Cuando Numas entro en aquella casa vieja, dispuesto a llevarse todo lo que pudiera, se llevo una desagradable sorpresa. Sentado en un sillón junto al lado de la chimenea y cuando vio a Numas se levanto para ver quién era su invitado. Numas corrió hacia la puerta pero antes de que llegase algo le congelo los pies y lo tiro al suelo. Al ver sus pies Numas comprendió todo, le habían tendido una trampa, aquel tipo era un mago. El mago se acerco a Numas para observarlo detenidamente, y curiosamente debió ver algo, pues le propuso un trato. El trato consistía en que él le dejaría vivir, y a cambio, Numas sería su sirviente, Numas no pudo negarse.
Durante los años siguientes Numas se convirtió en el sirviente del mago, que lo tenía todo el tiempo trabajando y solo le daba una o dos horas de descanso. En aquellas horas que tenia para descansar Numas cogía los libros de hechizos del mago y se ponía a leerlos en secreto. Así de monótona se convirtió su vida durante al menos 4 años , hasta que un dia el viejo mago pillo, o quiso pillar, a Numas leyendo sus libros.
Curiosamente el mago no lo castigo, si no que al contrario le dijo a Numas que tenía potencial como mago y se ofreció a enseñarle lo básico para ser un mago. Numas acepto encantado, deseoso de aprender las artes arcanas que tanto le habían intrigado durante los 4 años de servicio al anciano mago. Así Numas pasó 4 duros años entrenando para aprender a ser un mago. Fue un entrenamiento duro, pues debido a que Numas ya tenía una edad considerable y nunca se había aprovechado su potencial.
Un dia el anciano mago le dijo a Numas que el ya le había enseñado suficiente, y que si quería saber más solo había un lugar al que podía ir, le dijo que fuera a Ventormenta. Así Numas, a sus 40 años de edad emprendió un viaje al reino de ventormenta, dispuesto a mejorar sus habilidades como mago y juro que lucharía con todas sus fuerzas para algún día, llegar a ser un gran archimago.
El bosque estaba muy tranquilo, y apenas se oian ruidos a esas tempranas horas de la mañana. El sol aun estaba saliendo y Numas caminaba tranquilamente.
<< Así que abadia de villanorte ¿he?>> pensó Numas << bueno, si me lo han dicho los maestros de ventormenta será por algo, seguro que allí mejorare mis habiliades>>
Numas continuo caminado absorto en sus pensamientos.